lunes, 26 de noviembre de 2012

TIEMPO LIBRE

TIEMPO LIBRE:
Un buen disfrute del tiempo libre, del ocio, son imprescindibles para una buena salud mental. Es necesario la utilización del tiempo libre en actividades que nos satisfagan y nos relajen, compensando la actividad normal que estemos haciendo. Existen dos extremos que hemos de evitar:
- Tener el tiempo libre rígidamente programado, con actividad excesiva que no nos permita realmente descansar.
- Tener muchos deseos de aprovechar el fin de semana para hacer cosas nuevas pero al no tener una mínima programación no llegar a hacer nada. Apatía, incapacidad para llenar el tiempo libre.
El ocio y el tiempo libre, en una sociedad democrática y socialmente avanzada, no es un lujo sino un derecho de todos los ciudadanos. La propia Constitución (artículo 43) obliga  a los poderes públicos a facilitar la adecuada utilización del ocio. Por tanto, los esfuerzos de las administraciones públicas en este sentido, no son otra cosa que el cumplimiento del mandato constitucional.
El niño o la niña no son sólo seres individuales, encerrados en sí mismos y en las cuatro paredes del hogar, sino seres sociales que han de establecer relaciones positivas o  negativas con otros niños y niñas y, progresivamente, con adultos hasta integrarse en su medio.
Entendemos por tiempo libre el tiempo disponible, es decir, el que no utilizamos para trabajar, comer o dormir. El tiempo libre, es tiempo a nuestra disposición que podemos utilizar adecuadamente o malgastar. Cuando utilizamos el tiempo libre de forma creativa, desarrollando capacidades, favoreciendo el equilibrio personal y enriqueciendo nuestra experiencia, estamos llenando de contenido nuestra vida y dando al ocio una dimensión de enriquecimiento personal. Por tanto, el ocio vendría a ser algo así como el tiempo libre que utilizamos para hacer lo que nos gusta y para el crecimiento y desarrollo personal.
Las familias tenemos una responsabilidad ineludible en la educación y formación de nuestros hijos y el ocio forma parte de ese proceso, en virtud del cual se forma la personalidad. La Familia es un agente socializador, es decir, una institución importante para que nuestros hijos e hijas aprendan a conocer el medio en el que viven y a integrarse en él.
Otra instancia socializadora es la Escuela. La institución educativa también debe contemplar la importancia de la creatividad, del desarrollo de la imaginación y de un ocio enriquecedor, en lugar de limitarse a ser una institución meramente transmisora de conocimientos.
Por tanto, desde la Familia y desde la Escuela, tendremos que apostar por un modelo de persona y aceptar el compromiso de ser coherentes, favoreciendo la imaginación, la creatividad y un sentido formativo y autoformativo de la personalidad, en el que el ocio actúe como un elemento equilibrador y lúdico.
El ocio enriquece al niño y a la niña, comenzando por favorecer su psicomotricidad. Los juegos infantiles, los cuentos, las canciones..., desarrollan la coordinación de movimientos y la expresión verbal.
En un período posterior, el niño/a empieza a elegir y a tomar decisiones; es de una gran importancia que aquellos a quienes tanto les gusta escuchar cuentos, aprendan a leerlos y a disfrutar leyendo o que aprendan a escuchar música o a asistir a espectáculos infantiles, en los que pueda participar junto con otros niños y niñas.
Los espacios de ocio y tiempo libre compartidos deben ser cuidados, planificados y sobre todo divertidos. Para ello, tanto los padres como los hijos deben ser flexibles y adecuarse de alguna manera los unos a los otros, ya que los intereses no serán los mismos, pero seguro que en buena medida son compatibles
DUMAZEDIER distingue tres modos básicos de empleo del ocio, que llama las tres D por la inicial de sus respectivos nombres. El ocio sirve para:
 Descansar.-      
 Divertirse.
 Desarrollar la Personalidad.
Estas son las 3 funciones que desempeña en el sistema social. Esta teoría se complementa con la de Friedmann ya que implícitamente Dumazedier muestra que se tratan de actividades compensatorias y, por lo tanto, no expresivas de libertad. Esto ya que:
-         Descanso: recupera de la fatiga. Incluye el aburrimiento, el tedio, etc.
-         Diversión: el juego es un elemento de distracción, evasión, etc.
-         Desarrollo Personal y Social: Se refiere a la necesidad de formación del individuo.
Dentro de la tradición anglosajona se ha destacado el componente psicológico de la libertad en el ocio, al tratar ésta como la percepción de la libertad. La consecuencia es que el ocio y los ocios pasan a ser tratados como un estado de la mente antes que como una actividad El elemento constitutivo del tiempo de ocio, la libertad, debe ser no solo subjetivamente percibida sino también objetivamente real. Porque si, de una parte, es engañoso un tiempo libre en el que el sujeto no puede llegar a gozar del placer de percibirlo como tal, de otra parte resulta del todo insuficiente la mera creencia, sin realidad, de que uno obra libremente.

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